Perdón que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te escribí. He estado sumamente ocupado con los estudios y el trabajo. Como sabes, este fin de semana fue la conferencia general, y estuvo realmente maravillosa. La parte que más me gustó fue el discurso del presidente Nelson. Él dijo:

“Cuando hablo de tener confianza ante Dios, me refiero a tener confianza en acercarnos a Dios ¡ahora mismo! Me refiero a orar con la confianza de que el Padre Celestial nos escucha, de que Él entiende nuestras necesidades mejor que nosotros. Me refiero a tener confianza en que Él nos ama más de lo que podemos comprender, en que Él envía ángeles para estar con nosotros y con aquellos a quienes amamos. Me refiero a tener confianza en que Él anhela ayudar a cada uno de nosotros a alcanzar nuestro máximo potencial.


Al buscar diligentemente que la caridad y la virtud llenen nuestra vida, nuestra confianza en acercarnos a Dios aumentará. Los invito a dar pasos intencionales para aumentar su confianza ante el Señor. Entonces, al acudir a nuestro Padre Celestial con mayor confianza, seremos llenos de más gozo y nuestra fe en Jesucristo aumentará. Comenzaremos a experimentar un poder espiritual que excede nuestras más grandes esperanzas.”

Hablando de pasos intencionales, hoy me apareció un recuerdo en Facebook. Hace seis años sentí la necesidad de escribir una declaración de misión para mi familia. Con la ayuda de mi esposa, redactamos lo siguiente:

“Nuestra mision en la tierra es prepararnos para ser exaltados en el reino celestial como familia. Haremos de nuestro hogar un refugio del mundo y un lugar de aprendizaje y enseñanza. Un lugar donde el espiritu de Dios será nuestro compañero constante”

Obediencia es un principio activo. No decidimos en el momento cuando enfrentamos oposicion o tentacion, sino mucho antes tomamos la decision de obedecer. Planeamos nuestra reaccion. No se llama PLAN de salvación ni PLAN de felicidad por nada. Se llama plan porque es un PLAN. Es una serie de pasos que nos acercan a la perfección. Al seguir este plan proactivamente, ganamos sabiduría, poder en la rectitud, mayor fe y virtud, caridad (el amor puro de Cristo) y confianza en el Señor.

Por lo tanto, debemos planificar cuál es nuestro propósito y cómo vamos a cumplir con la tarea de la mortalidad. Debemos hacerlo deliberada y con propósito. Este fue un principio enseñado bien por el profeta Lehi cuando dijo en 2 Nefi 2:14, 26

Y ahora bien, hijos míos, os hablo estas cosas para vuestro provecho e instrucción; porque hay un Dios, y él ha creado todas las cosas, tanto los cielos como la tierra y todo cuanto en ellos hay; tanto las cosas que actúan como aquellas sobre las cuales se actúa.


Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída. Y porque son redimidos de la caída, han llegado a quedar libres para siempre, discerniendo el bien del mal, para actuar por sí mismos, y no para que se actúe sobre ellos, a menos que sea por el castigo de la ley en el grande y último día, según los mandamientos que Dios ha dado.

Cuando vivimos con propósito y proactividad, prosperamos. Cuando no lo hacemos, dejamos que la vida nos domine y caemos en un estado reactivo, siempre preguntándonos por qué las cosas nos pasan en lugar de ver cómo suceden para nuestro beneficio.

Así que, las palabras del presidente Nelson de “dar pasos intencionales para aumentar su confianza ante el Señor” representan un principio proactivo que nos acerca más a nuestro Padre Celestial y nos brinda mayor gozo y felicidad—más de lo que podríamos alcanzar por nuestros propios medios.

Y la piedra angular de todo esto es Jesucristo. Como explicó Lehi, Cristo vino al mundo y realizó la expiación, lo cual otorgó a la humanidad el poder de actuar por sí misma, en lugar de ser simplemente objeto de las circunstancias. Gracias a Su sacrificio, fuimos redimidos del pecado y de la muerte.

Ahora, lo único que debemos hacer es seguir el plan: arrepentirnos continuamente y esforzarnos al máximo por hacer la voluntad de nuestro Padre Celestial. Si seguimos ese plan proactivamente y con propósito, testifico que la gracia de Cristo será suficiente para nosotros, y que al final seremos exaltados.

Tu amigo y hermano,

Jake

Pasos Intencionales – Carta a Mis Misioneros

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